Un saludo afectuoso a mis hermanos palenqueños, hoy, en su trigésimo tercer año de cantonización.
Seré un eterno agradecido con Palenque y su gente, tierra que me dio la oportunidad de crecer personal y políticamente.
Un abrazo fraterno y que Dios cuide y bendiga siempre a este hermoso cantón, lleno de historia y riqueza agrícola.
¡Viva Palenque, tierra de heroicas hazañas!
Con amor,
Alfonso Montalván Cerezo